Todas hemos pasado experimentado la noche oscura del alma. Si no sabes de qué se trata, te cuento mi experiencia.
Estoy pasando por una crisis (de la que les compartiré los aprendizajes de a poco), pero me di cuenta que se sentía como un duelo, porque tuve emociones similares a cuando perdí a mi gatita el año pasado, así que he estado leyendo más de esto y una metáfora me hizo sentido: «la noche oscura del alma».
La noche oscura del alma se refiere a una crisis espiritual y de identidad que se resuelve cuando la persona encuentra a Dios o vuelve a recuperar la fe.
En la vida lo experimentamos en los momentos de duelo, crisis, pérdidas importantes o cambios repentinos. Cuando sentimos que la vida se termina o que tenemos que empezar de nuevo.
Esos momentos donde perdemos la esperanza, nos sentimos abandonadas por Dios o el Universo, por eso se dice que es una crisis espiritual, hay un enojo con «eso» en lo que creemos y una gran sensación de vacío.
Puede durar días, semanas o meses, hasta que volvemos a ver la luz.
Estos momentos nos hacen evolucionar y crecer como personas, por eso a veces son experiencias que necesitamos. No tienen que ser vivencias tan duras, pero por lo general no escuchamos las señales hasta llegar al punto donde la vida nos empuja a avanzar.
Quiero recordarte que cuando llegas a este punto es importante avanzar, sentir y fluir. Volver a tu zona de confort sería un error, porque es un aprendizaje necesario.
También quiero que sepas que siempre llega la luz, hay un despertar, una transformación que trae un crecimiento importante.
Sólo tú sabes cómo seguir. Ninguna persona puede decirte qué hacer porque este proceso te conecta con el autoconocimiento y sólo tú sabes lo que es mejor para ti. Te lo recuerdo, porque puedes pedir consejos, pero siempre las respuestas están dentro de ti y las emociones son tu mejor guía.